Sí, sí. Sé que no es la manera más original de empezar esto, ya que yo nunca estoy hablando de Muse, pero para mi es la más especial, y creo que también la más acertada.
En los últimos dos años de mi vida han sido importantes. No una importancia especialmente trascendental en el primero, pero sí mucho más este último. Quizá para algunos resulte tonto que un grupo musical llegue a tener importancia en la vida de alguien, como ya me han comentado algunos amigos. Para mi después de todo lo vivido, no. Si hay algo que le pueda agradecer a haber conocido a Muse es, a parte de su excepcional música es el haber conocido a gente realmente maravillosa. Gente con la que tienes un grupo musical en común, en principio. Luego descubres más y más cosas de esas personas y te das cuenta de que en el fondo no os diferenciais tanto.
Esa gente, que te da momentos tan geniales por twitter o por donde sea. Esa gente a la que no puedes abrazar, aunque te mueras de ganas por hacerlo. Personas especiales que, de no ser por Muse, no habrían llegado a tu vida. Y eso es simplemente, lo que más aprecias. Porque no se viviría de la misma forma el amor por un grupo sin gente emocionándose por las mismas cosas que tu, o que se rien con las mismas cosas que tu, que pillan todas las bromas referidas al grupo habidas y por haber. Simplemente no sería tan especial. Y, sus fans, son los que hacen realmente especiales a Muse. Más especiales aún de lo que ya son de por sí, claro.